El pan es, esencialmente, una mezcla de harina, agua, levadura y sal, en las proporciones adecuadas, correctamente amasada, fermentada y cocida en un horno. Por su aparente sencillez y, a la vez, aunque parezca paradójico, por su riqueza en nutrientes, ha sido considerado desde los tiempos más remotos y por la mayoría de las civilizaciones, el alimento por excelencia. En el idioma español, su propio nombre nos lo indica: Primer Alimento Natural
HISTORIA DEL PAN
International Union of Bakers and Confectioners
El hombre del Neolítico era nómada. El descubrimiento de los
cereales supuso un importante avance, ya que las semillas podían ser cultivadas, cosechadas y guardadas para alimentarse de ellas y, al disponer de una reserva de alimentos, los pueblos nómadas pudieron asentarse en comunidades y tener tiempo para construir una vida más sociable.
La civilización comienza con el cultivo de los cereales por el hombre del Neolítico. Por tanto, la utilización de los cereales no sólo tuvo importancia desde el punto de vista nutritivo, sino también desde el punto de vista social
El trigo, como los demás cereales de los que se ha nutrido el hombre, fue consumido primero simplemente crudo. Más tarde se comenzó a moler el trigo, y con la harina obtenida se hacían papillas o gachas y, posteriormente, una especie de galletas o tortas de harina amasada con agua que se cocían sobre piedras calientes.
Aunque nos consta que el hombre ya utilizaba el trigo para alimentarse hace casi 10.000 años, los primeros panes los hallamos en el Neolítico y tienen entre 6.000 y 9.000 años.